En Trancas, un niño de nueve años que jugaba debajo de la camioneta de su padre, debió ser auxiliado por personal de Bomberos porque metió la mano en el motor y un dedo quedó atrapado.Recién cuando escucharon a Mario llorar sin consuelo, los familiares se percataron de lo sucedido. De inmediato, desarmaron la parte de la camioneta que atrapaba la mano del menor pero no lograron liberar el dedo de la chapa donde lo tenía enganchado.En busca de ayuda, fueron desesperados hasta el hospital de la localidad donde viven. En el nosocomio no pudieron asistir al chico, ya que no contaban con elementos cortantes para desarmar la pieza. Por esto, los médicos recomendaron trasladar al chico a la capital. En el trayecto de la ruta 9, a la altura de Los Nogales, encontraron personal de la División de Bomberos Voluntarios de Tafí Viejo, que trabajaba en un accidente de tránsito que había ocurrido esa misma mañana. Rápidamente, los padres del niño se bajaron del auto y, desesperados, pidieron auxilio a los uniformados.
El oficial auxiliar de la escuadra, Jorge Reitich, comentó que no es la primera vez que asisten accidentes domésticos protagonizados por chicos. “Tuvimos accidentes en los que metían uno de los pies en el resumidero del baño o de los patios de las casas. El trabajo toma por lo menos 90 minutos en completarse. Utilizamos martillos, cortafierros y sierras, entre otras”, señaló. (fuente LA GACETA)
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